venerdì 4 aprile 2014

La cocina andaluza

La cocina andaluza está influenciada de manera muy fuerte por sus características histórico-geográficas. La gran variedad de productos y materias primas, unidas por la antigua tradición culinaria y por la fantasía de las técnicas modernas, llevan a la creación de una cocina rica y sabrosa.
Los elementos típicos de la cocina andaluza son:
  •       el aceite de oliva extra virgen, ampliamente usado crudo y para freír (los mejores provienen de las zonas de Granada, Sevilla, Córdoba y Jaén);
  •       los embutidos, de gran calidad, como salchichones,  salchichas y las típicas salchichas blancas (entre los más conocidos está el jamón ibérico de la zona de Jabugo);
  •     los vinos, especialmente los de Jerez, Málaga, Mantilla-Moriles y Huelva que se conocen en todo el mundo.



El plato típico más famoso de la comunidad autónoma de Andalucía, sin ninguna duda, es el gazpacho. Se trata de una sopa de verduras fría preparada con pepinos, tomates, pimientos, condimentada con aceite, vinagre, ajo y servida con hielo.
Es un producto rico de aromas, ligero, nutriente y refrescante. Existen diferentes variantes de gazpacho con varios nombres como por ejemplo: ajoblanco, salmorejo, porra antequerana y pipirrana. Aquí está la receta del gazpacho:


Ingredientes para 4 personas:


6 tomates maduros, grandes y jugosos
2 pimientos verdes
1 pimiento rojo
1 pepino
1 corazón de cebolla grande
1 diente de ajo (opcional)
2 rebanadas de pan duro sin corteza
Sal, aceite de oliva extra virgen, vinagre



Tiempo de preparación: 20 minutos


      Preparación:
    1.       Poner las rebanadas de pan en agua dentro de un bol, añadir un poco de sal y aceite.        Dejar reposar.
2.       Pelar y cortar en trozos los tomates, los pimientos (sin semillas), el pepino, la cebolla y el ajo. Mezclar todos los ingredientes.
3.       Poner los ingredientes en una  licuadora eléctrica, añadir un poquito de agua y triturar hasta que se consiga obtener una crema. Añadir el pan embebido de agua y vinagre y seguir licuando hasta que se obtenga un conjunto homogéneo.
4.       Añadir agua fría y mezclar bien. Probar y verificar que tenga las cantidades justas de sal y vinagre
5.       Utlizar un colador para eliminar residuos de piel de pimiento.
6.       Añadir más agua en el caso se necesite; tiene que resultar una crema líquida. Poner en la nevera hasta que tenga la temperatura deseada. Antes de servir, condimentar con un poco de aceite de oliva extra virgen y mezclar con una cuchara de madera.
7.       Servir con acompañamiento de cubitos de pepino, pan, pimiento y cebolla. Poner los acompañamientos en pequeños platos de manera que los comensales puedan servirse como quieran.








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